domingo, julio 30, 2006

Edimvurgh Train Station





Recuerdo esa álgida y húmeda mañana de1 verano escocés de finales de Julio del 2001 en la cual después de pasar toda la noche en un tren cama proveniente desde la Estación londinense de Euston, me baje en esta estación, en el corazón capitalino de los gaélicos que visten Kilt, para así respirar su olor a humedad y a ciudad antigua e histórica a las orillas cercanas al mar del norte en donde las palmípedas estaban en plena temporada de emparejo y se escuchaban a todo gaznate y se confundían con el sonido de las gaitas escocesas y los vehículos de Princes Street, en medio del festival de verano de jazz y el disfrute de un concierto de Paul Weller totalmente gratis. Extraño mucho estar en las tierras pantanosas de William Wallace, el acampar en las cimas de sus Moors y de degustar lo exquisito de un plato de haggis en combinación del whisky local, esto es un poco de lo que extraño y es mucho de lo que disfrutare en un futuro no muy lejano.

My heart's in the Highlands, my heart is not here, My heart's in the Highlands a-chasing the deer, A-chasing the wild deer and following the roe - My heart's in the Highlands, wherever I go! Farewell to the Highlands, farewell to the North, The birthplace of valour, the country of worth! Wherever I wander, wherever I rove, The hills of the Highlands for ever I love. Farewell to the mountains high cover'd with snow, Farewell to the straths and green valleys below, Farewell to the forests and wild-hanging woods, Farewell to the torrents and loud-pouring floods!

Poema por Robert Burns